¿Los bebés autistas lloran mucho? Lo que todos los padres deben saber

«Una de las preocupaciones más comunes entre los padres es: «los bebés autistas lloran mucho». Esta inquietud nace del deseo de entender mejor a los pequeños y ofrecerles el cuidado que necesitan. Si bien el llanto es una forma natural de expresión para todos los bebés, hay ciertos patrones y comportamientos que pueden surgir particularmente en aquellos con autismo. A lo largo de este artículo, desglosaremos los mitos y realidades detrás de esta afirmación y brindaremos insights sobre cómo abordar y comprender mejor el llanto en bebés con autismo.»

¿Por qué llora un bebé autista?

Un bebé puede llorar por muchas razones: tiene hambre, está cansado, algo le duele o simplemente necesita un abrazo. Pero, ¿y si tu «bebe autista 4 meses» llora mucho más que otros niños de su edad? Aquí vamos a entender por qué.

La intensidad de las sensaciones

Muchos bebés con autismo experimentan el mundo de una manera más intensa. Esto se debe a que pueden tener una sensibilidad sensorial diferente. Por ejemplo:

• Oído: Los sonidos, incluso los más suaves, pueden parecer muy fuertes para un bebé autista. El ruido de una aspiradora o el sonido de la lluvia puede ser abrumador para ellos.
• Vista: Las luces brillantes o los cambios bruscos de iluminación podrían resultar molestos. Imagina sentir que alguien te apunta con una linterna en los ojos de repente.
• Tacto: Las etiquetas de la ropa, la textura de una manta o incluso el roce de una caricia pueden ser irritantes.

Comunicación y expresión de necesidades

Los bebés autistas pueden tener dificultades para comunicar lo que necesitan o sienten. Dado que no han desarrollado el lenguaje aún, el llanto se convierte en su principal medio para decir: «Necesito algo» o «Algo no está bien».

• Expresión de necesidades: Si un niño autista no puede expresar sus necesidades o sentimientos con palabras, es probable que utilice el llanto como medio de comunicación.
• Dificultad en interpretar señales: Si no comprenden una instrucción o una expectativa social, pueden sentirse frustrados y reaccionar llorando.

Cambios en su entorno

A los bebés autistas les suele gustar la rutina. Un cambio, como una visita inesperada o un cambio en la hora de la comida, puede desconcertarlos. Este desconcierto puede manifestarse en llanto, ya que no entienden por qué su mundo conocido de repente se siente diferente.

• Alteraciones: Cualquier alteración, por menor que sea, en su rutina diaria puede ser perturbadora y causar llanto.
• Transiciones: Cambiar de una actividad a otra, como pasar del tiempo de juego al tiempo de comida, podría ser un desafío y generar malestar.

Problemas de salud o molestias

Al igual que cualquier otro bebé, los bebés autistas lloran cuando tienen hambre, están cansados, les duele algo o tienen alguna otra molestia. Sin embargo, pueden tener más dificultad para calmarse después de llorar porque el proceso de autorregulación puede ser más complicado para ellos.

Dificultades en la interacción social

El contacto visual, el juego de imitación y las respuestas a las emociones son esenciales para la interacción entre padres e hijos. Un bebé autista puede tener dificultades en estas áreas, lo que puede resultar en frustración y, por ende, llanto.

¿Los bebés autistas lloran mucho?

Sí y no. Algunos niños autistas pueden llorar mucho, mientras que otros pueden llorar menos que niños que no tienen autismo. Todo depende de cómo se sientan y cómo entiendan el mundo a su alrededor. Veamos que podemos hacer en estos casos.

¿Qué puedo hacer si mi bebé llora mucho?

Antes de considerar si el llanto está relacionado con el autismo o cualquier otro factor, es vital abordar las causas comunes de llanto en los bebés:

• Hambre: Asegúrate de que tu bebé haya sido alimentado adecuadamente.
• Pañal sucio: Algunos bebés se sienten incómodos con un pañal húmedo o sucio.
• Sueño: Están cansados y necesitan descansar.
• Necesidad de eructar: Después de alimentar, es útil colocar al bebé en posición vertical y darle palmaditas suaves en la espalda.
• Molestias físicas: Como gases, cólicos o dentición.
• Demasiada o poca estimulación: Un entorno muy ruidoso o muy silencioso puede ser incómodo para algunos bebés.

Entiende las particularidades de tu bebé

Cada bebé es único, y lo que funciona para uno podría no funcionar para otro. Observa y aprende:

• Reconoce patrones: Si tu bebé llora a la misma hora todos los días, podría ser un indicativo de algo específico, como cólicos.
• Identifica señales: Antes de llorar, los bebés suelen mostrar señales de incomodidad. Puede ser útil identificar estas señales temprano para evitar el llanto.

Ofrece consuelo y seguridad

• Contacto piel con piel: El contacto directo es reconfortante para muchos bebés. Prueba cargándolo contra tu pecho.
• Movimiento: A algunos bebés les calma ser mecidos o paseados en un coche.
• Sonidos calmantes: El sonido del latido del corazón, una canción suave o incluso un ruido blanco pueden ser útiles.
• Chupete: Chupar puede ser un mecanismo de calma para algunos bebés.

Crea un entorno adecuado

• Luz tenue: Las luces brillantes pueden ser estimulantes. Prueba con una iluminación suave.
• Reduzca los ruidos fuertes: Aunque algunos bebés encuentran reconfortantes ciertos sonidos, un entorno ruidoso puede ser molesto.

Consulta con un profesional

Si has intentado diferentes estrategias y tu bebé sigue llorando excesivamente, o si notas otros síntomas preocupantes, es esencial consultar con un pediatra. Podría haber problemas de salud subyacentes o necesidades específicas que se deben abordar.