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Por qué los autistas no se dejan tocar

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El autismo es una condición que afecta cómo una persona percibe el mundo y cómo interactúa con los demás. Muchas veces, las personas con autismo pueden sentirse incómodas o abrumadas con el contacto físico, aunque esto no es una regla para todos. ¿Por qué los autistas no se dejan tocar? Puede ser debido a la hipersensibilidad sensorial, una característica común en el autismo. Esto significa que los estímulos sensoriales, como el tacto, pueden ser más intensos o molestos para ellos. Imagina que una caricia suave para ti, para ellos puede sentirse como una presión muy fuerte.

Por qué los autistas no se dejan tocar

Continuando con la pregunta, ¿por qué los autistas no se dejan tocar? Es importante reconocer que cada persona con autismo es única y sus respuestas al contacto físico pueden variar. Algunos pueden encontrar el tacto reconfortante, mientras que otros pueden sentirse agobiados. Esto está ligado a cómo su sistema nervioso procesa la información sensorial. En algunos casos, el tacto puede ser interpretado de manera diferente, llevando a reacciones de rechazo o malestar. Es como si el cerebro enviara señales confusas al recibir el contacto físico.


La sensibilidad sensorial en personas con autismo es un tema complejo y multifacético. Se refiere a cómo las personas con trastornos del espectro autista (TEA) experimentan y procesan los estímulos sensoriales. Esta sensibilidad puede variar enormemente entre individuos y puede afectar uno o varios sentidos.

Hipersensibilidad Sensorial

La hipersensibilidad implica una sensación exacerbada de los estímulos sensoriales. Las personas con hipersensibilidad pueden encontrar que los sonidos, luces, tacto, sabores y olores son abrumadores, dolorosos o extremadamente incómodos.

  • Auditivo: Sonidos como el zumbido de las luces fluorescentes o el ruido de fondo en un aula pueden ser insoportablemente altos o perturbadores.
  • Visual: Luces brillantes o parpadeantes pueden ser extremadamente molestas o incluso dolorosas.
  • Táctil: Ropas con ciertas texturas o etiquetas pueden sentirse irritantes en la piel, y el contacto físico, incluso suave, puede ser sentido como invasivo o doloroso.
  • Olfativo/Gustativo: Olores o sabores intensos pueden ser extremadamente desagradables, llevando a restricciones en la dieta o dificultades en entornos con olores fuertes.

Hiposensibilidad Sensorial

Algunas personas con autismo pueden tener hiposensibilidad, lo que significa que tienen una sensibilidad reducida a estímulos sensoriales. Esto puede llevar a una búsqueda activa de sensaciones sensoriales.

  • Búsqueda de Estimulación Táctil: Puede incluir deseo de tocar objetos o texturas, o buscar contacto físico frecuente.
  • Búsqueda de Estimulación Auditiva: Tener preferencia por ambientes ruidosos o generar sonidos de manera repetitiva.
  • Búsqueda de Estimulación Visual: Fascinación por luces, colores brillantes o patrones.

Procesamiento Sensorial Atípico

  • Manifestaciones: Aparte de la hipersensibilidad y la hiposensibilidad, hay otros aspectos del procesamiento sensorial atípico. Esto puede incluir dificultades para filtrar estímulos irrelevantes (como no poder ignorar el ruido de fondo) o problemas con la coordinación motora y la percepción espacial.
  • Impacto en la Vida Diaria: Estas diferencias en el procesamiento sensorial pueden afectar múltiples áreas de la vida, incluyendo la interacción social, el rendimiento escolar o laboral, y las actividades cotidianas.

Gestión y Adaptación

  • Estrategias de Acomodación: La comprensión y adaptación a las necesidades sensoriales pueden incluir cambios ambientales (como usar luces más suaves o reducir el ruido ambiental), ajustes en las rutinas diarias, o usar herramientas como auriculares con cancelación de ruido o ropa especial.
  • Terapia de Integración Sensorial: Esta es una forma de terapia ocupacional que ayuda a las personas a manejar mejor sus respuestas a los estímulos sensoriales. Implica actividades diseñadas para ayudar a la persona a procesar y responder a los estímulos de manera más efectiva.

Perspectiva Individualizada

Es crucial reconocer que cada persona con autismo es única en su experiencia sensorial. Lo que es abrumador para uno puede ser imperceptible para otro, y viceversa.

Implicaciones Educativas y Sociales

  • Entornos Educativos: Los educadores deben estar conscientes de estas sensibilidades para crear entornos de aprendizaje que sean accesibles y cómodos.
  • Comprensión Social: Aumentar la conciencia y la comprensión sobre estas sensibilidades puede mejorar significativamente la inclusión y la calidad de vida de las personas con autismo.

Consejos para Interactuar con Autistas

Interactuar con personas con autismo requiere un enfoque informado, paciente y comprensivo. Comprender las características generales del autismo es fundamental, pero es igualmente importante reconocer que cada persona con autismo es única y puede tener diferentes necesidades y formas de comunicarse.

Conocimiento y Educación

Empezar por informarse sobre el autismo es vital. Entender que cada persona con autismo es única ayuda a evitar generalizaciones. La personalización en el enfoque es clave, ya que lo que funciona para una persona puede no ser efectivo para otra.

Comunicación

Utilizar un lenguaje claro y directo es esencial, evitando metáforas o lenguaje figurativo que puede ser confuso. Algunas personas con autismo pueden tener dificultades para interpretar el lenguaje corporal o las expresiones faciales, por lo que es importante ser consciente de esto. Dar tiempo suficiente para procesar la información y responder es crucial, y para algunos, las ayudas visuales pueden ser más efectivas que la comunicación verbal.

Respeto al Espacio Personal y Rutinas

El respeto por el espacio personal y las preferencias en cuanto a rutinas es crucial. Las personas con autismo pueden sentirse incómodas con el contacto físico o los cambios en su rutina diaria, por lo que es importante mantener una estructura y consistencia en las interacciones.

Flexibilidad y Adaptación

Estar preparado para adaptar los métodos de comunicación o interacción según las necesidades y respuestas de la persona con autismo es fundamental. Evitar hacer suposiciones sobre sus capacidades y adaptar el enfoque según sus habilidades y fortalezas es igualmente importante.

Sensibilidad Sensorial

Reconocer que las personas con autismo pueden tener sensibilidades sensoriales únicas y adaptar el entorno si es posible, como reducir ruidos fuertes o luces brillantes, puede ser muy útil. Aprender a reconocer las señales de sobrecarga sensorial y ofrecer un ambiente tranquilo es también esencial.

Fomentar la Independencia

Animar y apoyar la independencia, ofreciendo ayuda solo cuando sea necesario, es clave. Centrarse en las fortalezas y habilidades, en lugar de solo en los desafíos, puede ser muy beneficioso.

Inclusión y Respeto

Es fundamental tratar a las personas con autismo con el mismo respeto y dignidad que a cualquier otra persona, promoviendo su inclusión en actividades y conversaciones y adaptándose a sus niveles de comodidad y preferencias.

Manejo de Comportamientos Difíciles

Utilizar estrategias de manejo de comportamiento positivas y tratar de entender la causa de ciertos comportamientos, como la ansiedad o la sobrecarga sensorial, es importante.

Colaboración con Familiares y Cuidadores

Colaborar con familiares y cuidadores para entender mejor las preferencias y necesidades individuales y mantener un enfoque coherente entre todos los que interactúan con la persona es crucial.

Paciencia y Empatía

La paciencia y la empatía son esenciales. Entender que algunas interacciones pueden requerir más tiempo y paciencia y ponerse en el lugar de la persona con autismo puede ayudar a comprender mejor sus experiencias y necesidades.

En conclusión, entender por qué algunas personas con autismo pueden ser reacias al contacto físico nos lleva a una comprensión más profunda de la diversidad del espectro autista. La hipersensibilidad sensorial, una característica común en muchas personas con autismo, puede hacer que el tacto, incluso el más suave, sea abrumador o incómodo. Sin embargo, es esencial recordar que cada persona con autismo es única y sus reacciones al contacto físico pueden variar significativamente.

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